jueves, 10 de noviembre de 2011

Justicieros 2

GONZALO PORTOCARRERO

Gonzalo Portocarrero es un profesor peruano de Ciencias Sociales que se doctoró en Inglaterra. Da clases en Universidad Católica de Perú y ha estudiado detenidamente la obra de Canetti Masa y poder sobre la que escribió interesantes comentarios que se pueden leer en su blog. Transcribo algunos de ellos que complementan mi artículo anterior sobre los "justicieros" de la red.
 











 “Masa y Poder” representa un intento sistemático por razonar el origen profundo y los distintos rostros del fenómeno de la masa.

(...) Entre los tipos de muerte que una horda o un pueblo puede imponer a un individuo, puede distinguirse dos formas principales. Una de ellas es la exclusión, y la otra, la ejecución colectiva. En este segundo caso, se conduce al condenado a un lugar abierto y se lo lapida. Todo el mundo participa en esta muerte; alcanzado por las piedras de todos el culpable se desploma. Nadie es designado como el ejecutor. Es la comunidad entera la que mata. La tendencia a matar colectivamente subsiste incluso allí donde se ha perdido la costumbre de lapidar. La muerte por el fuego puede comparársele: el fuego actúa en lugar de la muchedumbre que deseó la muerte del condenado(...)

 La masa de acoso se constituye teniendo como finalidad la consecución rápida de un objetivo. Éste le es conocido, y está señalado con precisión; se encuentra, además, próximo. La masa sale a matar y sabe a quién quiere matar. Con decisión incomparable avanza hacia esa meta y es imposible escamoteársela. Basta con dársela a conocer, basta con comunicar quién debe morir, para que se forme la masa. La determinación de matar es de índole muy particular, y no hay ninguna que la supere en intensidad. Todos quieren participar, todos golpean. Para poder asestar su golpe, cada cual se abre paso hasta llegar al lado mismo de la víctima. Si no puede golpear, quiere ver cómo golpean los demás. Todos los brazos salen como de una misma criatura. Pero los brazos que golpean tienen más valor y más peso. El objetivo lo es todo. La víctima es el objetivo, pero también es el punto de máxima densidad: concentra en sí misma, las acciones de todos".

El profesor Portocarrero pensaba en su país, el Perú pos-Fujimori, cuando escribió estos comentarios en 2005. Y se refería concretamente al protagonismo que había vuelto a coger la calle bajo la forma de "turbas y masas que piden reivindicaciones puntuales en forma extremadamente agresiva". No hablaba de la red que no existía en los años en los que Canetti escribió su obra. Pero no es difícil establecer las concomitancias.
Elias Canetti, premio Nobel de Literatura

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